El miércoles 5 de noviembre a las 20 horas en el Salón de Actos del Ateneo se ha presentado la novela «La última distinción» (ediciones Áltera) del que es autor Manuel García Félix, Escritor y Alcalde de La Palma del Condado. La presentación estuvo a cargo del escritor y periodista Francisco Robles, y de Pedro Rodríguez Bueno, Director del Aula Alfonso X El Sabio. Previo al acto de presentación Manuel García Félix firmó en el Libro de Oro del Ateneo, en compañía del presidente de la institución, Alberto Máximo Pérez Calero.
«Si bien la novela tiene por escenario la Palma del Condado, Sevilla tiene un hueco importante en la misma, de ahí que hagamos una presentación de la obra en la capital andaluza», ha dicho Pedro Rodríguez Bueno, Director del Aula Alfonso X El Sabio. Según Paco Robles, ‘La última distinción tiene el acierto de contextualizarse en los años inmediatamente anteriores a la Revolución de 1868, la Gloriosa. Sobre todo ahora que nuestra actualidad en España está marcada por la obcecación de algunos en abrir viejas heridas desde un único punto de vista histórico como si fuera la única verdad». Manuel García Félix ha querido retratar una época convulsa de la historia de España centrándola en su pueblo, La Palma del Condado. «En la historia suceden fuertes confrontaciones en las que la disputa política se convierte en intelectual y personal», dice Paco Robles. La lectura del testamento de un viejo párroco muy querido, provoca el aflorar de añejos resentimientos sociales, y que se ponga en valor la alta distinción nobiliaria y linajuda de las estirpes más notables de la localidad onubense de la Palma del Condado. En medio de todo ello, un adolescente amor imposible pone evidencia las insalvables diferencias de clase, capaces de cercear los más puros sentimientos. Según Manuel García Félix, «La última distinción» es la última huella que les queda a quienes durante siglos gozaron de los privilegios que le aportaron su condición de aristócratas». La novela narra una sociedad en decadencia, de tiempo detenido, en la que las nombradías genealógicas y los honores entran en conflicto con los nuevos modelos liberales. La novela es un ejercicio de documentación pero también un amor por grandes clásicos románticos españoles como Emilia Pardo Bazán, Larra, o Alas Clarín.
Luis Folgado, editor del libro, ha destacado «la originalidad de la historia» y la «enorme» auto exigencia de Manuel García Félix. «Su implicación en la edición de cada detalle de la obra es asombrosa. Solo la portada supuso la prueba de 40 modelos supervisados por el escritor», ha dicho.
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